jueves, 5 de junio de 2008

Almíbar existencial

Sopa de pollo para el alma, El monje que vendió su fusil, Tus zonas erróneas... son todos títulos más heavies o más poperos de toda la literatura denominada autoayuda. Una corriente que empezó a partir del palabro antes de moda New Age, ahora curiosamente desfasado y olvidado.

Estos kits de autoayuda no son más que Biblias del siglo veintitantos remozadas, no ortodoxas, y teñidas de la nueva ola oriental. Es opio del bueno, adormecedor y alienante. Se trata ahora de una Religión de azúcar.
Una y dos veces he ido a Costa Rica, donde todo el mundo cree y dice creer en Dios en el 2008, en un país mucho más pobre y subdesarrollado, lleno de testimonios tipo "esta vida no puede ser la buena, ha de jaber otra".

Si juntamos ingredientes como un sueldo bajo, vida de pareja inestable, un físico descuidado, un trabajo con tintes esclavistas, y vagancia, tenemos al candidato/a para frecuentar la sección de autoayuda, espiritualidad y esoterismo del Corte Inglés. ¿Por qué nos crecen las venas de la espiritualidad cuando el triunfo mundano no nos acompaña? Entonces nos llenamos la boca de amor, felicidad y espiritualidad. Preparamos un almíbar existencial que lo endulce todo, en un carnaval sin nada de carne, que disfrace toda la mediocridad con pajaritas de buen rollo, un mundo que se cae cogido por alfileres, eso sí, alfileres con las enormes palabras Dios, felicidad, amor... Parole, parole,

Otra sabiduría como el budismo te dice que la vida es mero sufrimiento y que evites el deseo. Los libros de autoayuda son escritos por pastores ególatras del siglo XXI que quieren mantener a su rebaño de ovejas, amansarlos más y seguir sintiéndose líderes de la camada-secta. Casi todos llevan barba...
No es muy vitalista enfocar el élan vital de uno hacia el más alla de la muerte, o el más allá de palabras que no existen. Es la antítesis del espíritu de superación, es cómodo y fácil. Pastillas alienantes que anestesien la realidad, fuentes incansables de falsedad, que nos creen un mundo paralelo donde hasta mi yo sea mucho más grande de lo que nunca fue.

Se podría vivir de verdad tal vez, aceptar ser machacado por la pobreza de uno, y a partir de ahí caminar hacia algún sitio, no quedarse con 300mil más de uniforme en el rebaño. Se podría aprender a lamerse las heridas y sacar de ahí arte, vivir la única vez que se puede al máximo y dejar de equivocarse tantas veces. Porque Coelho y Bucay van de grandes Amigos, pero nunca los vas a tener a tu vera como los amigos cuando los necesitas de verdad, que se salven ellos su vida que bastante tienen.
Quién más te quiere te hará llorar.

6 comentarios:

Violeta dijo...

¡Coelho y Bucay! ¡Tú sí que sabes!

No caigamos en los topics, Jordisantamaria. En las redes de la literatura de autoayuda puede caer casi cualquiera, no hace falta estar amargado expresamente, opino. Es como si uno cree que para tener la suficiente sensibilidad para hacer poesía hace falta padecer una deformidad en la cara que te ayude a apreciar la belleza a tu alrededor. Es como decir que todas las rubias son tontas o que todos los listos follan poco. Apunto que conozco a muchas rubias que consumen literatura de este tipo.

Supongo que los libros de autoayuda son un refugio para los insatisfechos, uno de tantos, claro. E insatisfechos estamos todos. Lo que nos diferencia es el modo de afrontar la situación. Jorge Bucay vive en mí.

elnaugrafodigital dijo...

Amigo Jordi, alegrado me ha el comprobar que ha recetado mi humilde blog en su selecta lista. Ahora no me queda otra que comprometerme a leerle de cuando en cuando e incluso dejarle comentarios a la altura de las expectativas. De momento le adelanto un título "Las claves del éxito" (del mío tío que "Sopa de pollo para el alma) que a punto estuvo de destrozar mi vida para siempre, por una errónea interpretación de las susodichas claves. Cordiales.

Anónimo dijo...

Soy el náufrago digital: he dejado tres mensajes antes aquí y no han aparecido. Exijo una explicación.

Jordi Santamaria dijo...

Hola Eduardo, yo también añadí algún comentario a tu blog, de lo mejor-cito que he leído en la blogosphere.
Creo que eres pamplonica y estás por los Madriles periodificando, llegué a ti vía señorita J.B.
Mi blog es bastante austero y todavía tengo activada la moderación de comentarios.
Pos nada, espero que éste sea el inicio de un largo partido de tenis lingüístico...

Violeta dijo...

No galantee usted tanto con el náufrago, que es mi marido.

Gracias por incluirme en su selecto blogroll, me siento alhagada. Usted sí que tiene criterio. Jajajaja.

Un abrazo

Jordi Santamaria dijo...

Hola Violeta, uy uy uy uyuyy, la noticia del Tomate que me cuentas une a los 2 escritores que más me han gustado de largo de los blogs hasta ahora pateados. Acertada criba genética la suya, felicito al azahar que les ajuntó.
Sobre tu comentario primero de arriba cierto es que estiré la crítica hasta rajar, pero bueno, sabemos que a veces vale la pena deformar la realidad si nos gusta como suena lo que escribimos. La verdad efectiva a veces es la que cuenta, incluso más que la matemática. En tu blog no me planteo mucho si es verdad lo que dices, porque de sobras sé que es más que verdad cómo lo dices. Enhorabuena por última vez. ; )
Abrazo