domingo, 25 de enero de 2009

Pirámides, termas y el sonido de la felicidad

Este fin de semana he sido abducido. Tal cual. Sí, no daba crédito a las historias de extraterrestres, que te llevan en su nave, pero unos hombrecitos naranjas me pararon el otro día a las 15:45 en el parque del Clot y fui a Raticulín unas horas.
No, simplemente tomé un ácido en mal estado, un LSD rancio, y tuve un mal viaje.
No, fue una rama del parc del Clot que con la ventada impactó en mi cabeza y me relacionó con marcianos.
No, simplemente he descubierto nuevas pirámides egipcias y me he bañado en termas romanas hechas para mi lomo.

¿Os podéis creer que 600 nuevas personas al día caen en una estafa piramidal de inversión falsa a lo Madoff, depositando en total casi millón y medio de euros al día? Que son 18 mil personas al mes en total y 40 millones de euros mensuales? ¿Os extrañáis si os digo que esta empresa sólo es una de decenas funcionando hoy a 25 de enero a las 23:30 h?
Unos semi-conocidos recientes me hablaron de estas webs, esta tarde visité una de ellas, y en seguida encarné un espíritu Milá detectivesco para descubrir de donde venía ese monumental olor a tufo que transpiraban las líneas de la web.
Conclusión. Es una perfecta pirámide engañabobos, y allí estaba erguida, desafiando al viento del ciberespacio, inmensa, en medio del world wide web, con más de cien millones de euros de altura. Y allí aparecía otra, vamos a hacer fotos, con el mismo patrón y diferentes colores. Uno se emociona y no sabe qué ponerse en este viaje por las vastas pirámides de billetes ajenos, tan a la vista de todos en camello o en simple click. Para contemplar estos mastodontes, iniciar el viaje a lo I. Jones, os daré la primera pista a introducir en google y así abrir puertas hasta dar con el fenomenal engaño, ahí va... forex.

Por suerte, hay otros intentos de monumento mucho menos destructivos. Dicen que si caminas por el centro de Barcelona y encuentras un portón de madera, puede haber unos baños árabes de ensueño bajando una escalera. Que en los antiguos almacenes del mercado del Borne en las murallas de la ciudad, se esconden unas maravillosas termas árabes que el sólo verlas alegra el día a uno. Que te puedes sentir parte de la historia en ellas y a la vez disfrutar de una experiencia intimista difícil de encontrar. Historia e intimidad en una experiencia, no eran incompatibles?
Si le sumamos su razón de ser, unos baños termales exquisitos, con sales, saunas aromáticas, diferentes temperaturas de baño, burbujas, té árabe, piedras calientes, etc... Y treinta minutos de masajista a la que estás a punto de pedirle la mano al finalizar esa obra maestra táctil en tu cuerpo...
Temes porque ese lugar de precio más que razonable se sature de gente, o se corrompa, o deje de ser tuyo, porque uno se lo apropia inmediatamente. Son tus baños.
Y acabas haciendo ruiditos de esos tontos cuando no hay ninguna célula de cuerpo o alma que no esté satisfecha, el sonido de la felicidad.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jordi, has sido abducido en las termas después de haberte timado un Madoff cualquiera 200 millones de euros?
FELICIDAD , has estado entonces al borde de lo absoluto, porque es un término de final´de camino más que de viatores.
Un abrazo

Jordi Santamaria dijo...

Que existan estafas así a hora de hoy, bien visibles en internet, engañando a miles de gentes, que se tragan tal falacia, es un hecho muy filosófico, que dice bastante de la criatura humana. Increíble.

Lo de los baños es el otro polo del vivir, un regalo que no un robo.
Mientras no pillen al ratoncito Pérez trincando juguetes a los niños por las noches...

Anónimo dijo...

Creo que aunque el ser humano pudiera abrazar el universo entero, materialmente hablando,su corazón no se encontraria plenamente satisfecho porque nada material puede saciar sus ansias de felicidad absoluta.
Aquí, mientras caminamos, mientras somos un-aún no--- sólo experimentamos instantes de felicidad .

Ningún estafador de dinero ni de sentimientos sentirá nada más allá de lo material.Nada del gozo profundo de poder mirar unos ojos con limpieza y ver, en ellos, cielos.

Buenas noches . Voy a leerte antes de ir a dormir.
Cuánto llueve...