lunes, 2 de febrero de 2009

Los días de lluvia

De vez en cuando te asaltan esos deja vus biográficos como hoy, en que un día de lluvia de esos de la infancia parece actuar de máquina del tiempo dentro tuyo. Un día oscuro en la mañana, bien mojado fuera, en el que al cuerpo parecen crecerle unas ganas por estar recluido dentro de casa o del colegio y olvidarse del afuera.

Esos días en que parece existir una neblina que no se ve, una neblina hacia todo lo exterior como si indicase que es imposible visitar todo lo de fuera, y un viaje en avión a lo lejos podría hacer llorar en un día como estos. Porque es un día trastocado, alterado, un día al revés, un día sin luz. Y afuera todo está mojado como un patio de colegio. Horas para arraigarnos a nuestro habitat de interior, sintiéndonos a gusto en nuestro centro geométrico habitual.

Todos queremos quedarnos adentro, a resguardo, en calor, viendo llover. Porque dentro hoy los sonidos resuenan más, porque hoy la atmósfera se ha plegado y ha entrado dentro, todo el mundo dentro esperando el día que cambie afuera y aclarezca. Día de botas catiuscas, de cromos mojados en los charcos, de serrín y periódicos en los suelos.

Días británicos extraviados por el mediterráneo, días que alteran las hormonas sin querer, única explicación para la transfiguración emocional y sensorial que producen. Los poco hormonales nunca sospechamos de la anarquía circadiana, de esas micro-dictadoras que gota a gota invaden los días sin antídoto cercano para disuadirlas.

6 comentarios:

elnaugrafodigital dijo...

Los dos escribiendo sobre el tiempo, al mismo tiempo, en distintos blogs. A mí la lluvia no me gusta, cierto frío sí. Es pertinente que paseas y leas por mi isla. Tu opinión barcelonita cuenta y mucho.

La lluvia moja.

Anónimo dijo...

Y has pensado que las nubes
también tienen que ser charco
para abrazar a la luna.
Y has llovido.....
Carmen


Llueve , detras de los cristales, llueve y llueve, sobre los chopos medio deshojados , sobre los pardos tejados, sobre los campos, llueve.
"Te podría contar que estoy muy triste hoy, que por una sonrisa doy todo lo que soy, porque esoy solo y tengo miedo..." Serrat

Anónimo dijo...

Dentro de ti*, que no dentro tuyo.

Mario Moliner II.

Pedro H. Rupérez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bárbara dijo...

Me has hecho recordar cuando llovía y estaba en el cole.
Pero no entendí eso de los poco hormonales...

Jordi Santamaria dijo...

Nunca me ha gustado la lluvia, en eso he sido gato.
Muchas canciones se han hecho sobre la lluvia, y sobre el amor se multiplica por cien mil. Sobra la letra de unas y otras en la mayoría, que no la música. Un día hay que escribir sobre la enfermedad existente en las letras de las canciones de amor, menos mal que la música acompañante las camufla un poco.

Lo de los poco hormonales... me refiero a los así llamados hombres, o XY de nuestra especie. No sé si presumimos de ello, es así, o somos ignorantes en lo que nos afectan las hormonas, o si es algo que se da por sentado. Cuando quizás es lo que nos hace diferentes, es que no tenemos las mismas hormonas. (y qué olvidadas suelen estar las hormonas cuando se debate) :)