sábado, 7 de febrero de 2009

Madre de puto

P-u-t-a, hijo de puta, y sus derivados siguen siendo los insultos en boga a estas alturas de los siglos. Se podría decir que ya se les ha acabado su tiempo, es decir, que no deberían herir lo que pretenden esas palabras sexistas y protofreudianas. Que se llame prostituta a lo más odiado no se corresponde con la realidad.

Pero esa palabra hace de mantra. Bisílaba, con dos consonantes expresivas que hacen que pe-te. Puta peta expresivamente, como co-ño y otras tales. Son diseños económicos y eficaces del lenguaje que acaban triunfando en el uso. Después está todo el odio y mala leche que se ponga al proferir los insultos. Ese decir fétido y rabioso es el que duele, el que pretende arañar la dignidad del otro. Da bastante igual la semántica del insulto, como en el resultoń vocablo gilipollas. Son más música que otra cosa, han de sonar, más que significar.

Insultos elaborados no cuajan en el auditorio del taco. Franquista del 36, abyecto payaso, o Mª Teresa Campos adolescente, contienen algo más que odio, y el insulto exige una purificación del 90 y tantos % en mala baba, no hay espacio para la crítica intelectual o el guiño cómico de follapresas o pagafantas.
Eso sí, el símil a lo flash back encajando una triste realidad con lo patético que tenemos cada uno, suele doler más que el vil insulto, y más hondamente cuanto más se clava la correspondencia. Ese “tus ganas de aparentar son la tapadera de toda la pobreza de las calles de la India”, viendo fotos del país, deja catatónico al más trepa de los mortales, por ejemplo. Creasilencios.

El insulto y cierta ética del mal son necesarios. La parábola de la otra mejilla no creo que lleve a ninguna parte. Como en defensa propia, uno debe recurrir a esas armas justicieras, en el fondo esto es una selva e impera la ley del más fuerte, así que el blandengue, ya lo tuvo todo perdido. Es una perogrullada pero, hay mucho hijo de puta ahí suelto, háylo.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Veis, no hay tonto (ah! no que era mal) que por bien no venga... y el anónimo de ayer ha inspirado un nuevo post de Jordi que tanto nos gustan...sólo falta que de el nombe para poder agradecérselo...
Carmen que hoy me asomo a la montaña, un besoteeee grandeee...

Anónimo dijo...

Bueno , pues después de lo de ayer... Yo me apunto desde ahora a llamarle a alguien cuando esté requetefasdiada: TRUÑANTE !!
Y así a lo mejor el vocablo acaba en el diccionario..

Anónimo dijo...

Mónica, que no te había visto ! Iba distraída.JAJA. Pero pensábamos "casi"... Genial!

Sir Alsen Bert dijo...

Hijo de puta siempre lo he escrito así: hideputa.
Es más visceral, más de medievo, más primitivo.

Usted tampoco escribe mal, joder.

Queda enlazado, le guste o no le guste.

Saludos, del Sir.

Anónimo dijo...

A mí ese taco, lo digo sin ñoñería, me parece, como ha dicho Jordi, ofensivo no para quien realmente se lo merecería...
Sé que , como también dice Jordi, no hay que sentirlo así. Pero no me gusta.
Tampoco me agradan los tacos en una conversación. Pero hay momentos en los que son contundentes y pertinentes.
Y por supuesto nunca tan dañinos, moralmente hablando, como las humillaciones.

Y caray, Jordi, si esto es una selva ..qué podemos hacer las pequeñajas ??

Anónimo dijo...

Carmen, lo bueno de las pequeñajas es que en la selva podemos escondernos detras de cualquier arbusto y así sobrevivir mejor, siempre enseñando los dientes a los leones si es necesario, que tambien sabemos...

Jordi Santamaria dijo...

Carmen, los tacos sobran en las relaciones ideales, que a veces las hay, aunque sea por períodos.
Son males menores, también evitables, y aunque dan empaque, son repetitivos y siempre con gramos de lo soez. (Rememoro sólo a un artista del taco, Pepe Rubianes, que sabe sacarle su máximo partido para hacer reír, en plena visceralidad, que no es mala intención tampoco).
Todos pasamos por un fase de lo pequeñajo en la vida, en esas, hay que saber ser un poco invisible para los depredadores, en buen recaudo, y alimentarse, alimentarse, hacerse grande, hacerse fuerte; verlo como una fase de la existencia en rumbo a otra dimensión más grandota. ;)

Bienvenido Sir Alsen Bert, que espero que pronto deje nicks y personajes y responda al -y tú de quién ereh. Su parcela en la blogosfera es un valiente intento de ejercitarse en estos teatros menores, en lo pequeñajo también curiosamente, para crecer poco a poco su levadura y obra, y así alcanzar brillantes registros en esto de la confesión al papel en busca de cosas bellas y profundas, benvingut.
Mònica, felicidades por perdernos el respeto y escribir más en este círculo de pedantes maravillosos que somos, jejejej

Bárbara dijo...

Había una pintada contra el dictador que me parece genial: "Franco gordito".
En general me inclino por ese tipo de insultos, como mendrugo, botarate o toligo (tontoelhigo), y de tacos como recórcholis o repámpanos.
A los hijos de puta de verdad procuro no dedicarles ni un minuto de mi tiempo y si me llega la oportunidad, joderles sin que sepan de dónde les viene (qué malísima soy...)

elnaugrafodigital dijo...

Hijo de puta, hay que decirlo más. Hijodeputa más.

Jordi Santamaria dijo...

Muchachada Nui este miércoles noche estreno de la tercera temporada, pájaros