lunes, 27 de abril de 2009

Polilogía

Sentencio: este viaje, está siendo de puta madre.
Aquello que pido al destino, lucidez, me abraza. Un escenario o un continente entero a descubrir por un plano, más la posterior puesta en común con café-en-la-mesa-de-mami- Zenaida Con Eduardo... es un cocktail sensorial y cognoscitivo Es tuppendo.
Estoy en los estados disociados, en el apabullamiento de ideas lucidísimas que revolotean como mariposas gigantes en mi cabeza y se van. En esa suerte de sobreabundancia que ni se atrapa. Lamentando un poco toda el agua que se echa a perder. Y qué más da.
Tener una mami en 2 días, un barrio en ruinas que haces tuyo, pasear por una dictadura en que los coches nacieron en 1949, y el mundo se detuvo, sin paralizarse, creando malformaciones occidentales igual de injustas y felices, es todo un privilegio, que se está disfrutando. Con un leve deseo hondo, que todo cambie, laxo, asuntivo, valorando el estado de las cosas tan fatal y genial a la vez. Este país se cae, y lo tiran, y se tira, las reglas son inventadas, e impuestas, como si en algún otro lugar las reglas se posasen como palomas intelectuales y ordenadas, y no como un caos cristalizado. Los dirigentes son ese enorme mal, intrínseco, pero tan factual e impepinable que resulta estúpido cargárselo en dos frases. Es un establishment más que sociológico, pero no por ello anécdotico e irrelevante cuando se habla de 8 millones de personas entre 10 contadas (y al revéss).
Pero mi Habana no es cubana, es laportiana, es la república caribeña de Laporte, pues mi vida aquí está intrincada con la compañía del navarro. Como también mi vida está monificada, pasada por el tamiz de quien te vive. Tengo el país jocoso de Corle, el cachondo y libidinoso de David, el amoroso de Moni, y al igual que el laportiano, son mis países porque no son parciales, en todos ellos se me permite una experiencia global y conjunta de todo, su nombre es sólo una simpática mención de algún rasgo marcado como una ceja partida. Más grandes o pequeños ahí están y ahí son habitados.
Nunca pensé en mi juventud que el ser humano fuera tan imperfecto, ni nunca me enseñaron tan mal en una escuela religiosa, con esa inexactitud palmaria de las coordenadas del mundo. Estoy feliz -raro en mí- por disfrutar mirando de reojo esa lamentabilidad de nuestras capacidades, más que simpáticas graciosas, secularmente soterradas y disfrazadas, aquí en Cuba queda claro que el mundo es y huele a mierda, y que no hay que esconderse de eso bajo una capilla sixtina renacentista y sublime. Eso también es el mundo, una franca escalera hacia el cielo, una superación espectacular y encomiable, pero la aguja del indicador de lo humano siempre ha estado forzada hacia ese lado bueno, sublime, perfeccionado, limpio... como un índice cósmico que señala demasiado tenso y con Miedo. Puede ser hora, o minuto, de relajar esa aguja presionada en contra de lo que nos espantaría ser si se desarrollara. Esta niñez desconfiada y asustadiza, cristiana y capitalista de título, de no confiar más en nuestras bajezas, que no son monstruosas, son cortitas y punto, pero quizá es necesario ese nudismo psíquico que oculta sutilmente nuestro lado oscuro. La mierda sólo huele cuando no se la ventila, fétida y monstruosa como un cura pederasta o un empresario emperador e infeliz. Esta es la tierra de la mierda hecha fachada, mueble y plato en la mesa, y no son mejores, simplemente se han adaptado, en un ejemplo polar y contraste del otro modelo natural siglo XX-XXI de la organización social. El comunismo es igual de enfermo que el capitalismo, qué quieres, los dos son política de nuestro tiempo, aberrante, hipertrofiada en importancia de lengua, escenificada de forma magna y dramática, pero una gran estupidez demasiado hablada y tomada en serio. Lo que realmente importa un instante en la vida es el fútbol y ya, lo demás son minucias. Y mami Zenaida sigue sentándose las tardes en su sofá, con una paz somática tras haber criado tres criaturas sola, y adopta a aquellos que empatizan con ella al hospedarse en su casa, vaciando las tardes entre Paquito, Tiramisú, Cuquita la fea y Albita, sus cuatro gatos habitantes del inmueble. Y con su voz dormida en el mundo se hipnotizan y desfiguran los ismos y los logos. Y uno acaba deseando un planeta sin prensa, sin habladuría etiquetadora, sin micrófonos por todos lados. Con un tal Fidel con gorra y Clinton con canas haciendo sus cosas, las que quieran, pero mami Zenaida meciéndose en su puerta y yo fotografiando palmas y palmeras. Una bella aspiración a que lo macroglobal lo convirtamos en local, una depuración de todo fantoche político publicitado. Deben existir, pero hemos de convertir completamente el juego político en bufonesco, ver y palpar su putrefacción congénita, su penosa forma de décadas, y acabar con tanto pandillismo. La violencia nace y se amamanta en la estructura de pandilla. La pandilla es el demonio. La pandilla es un concepto tan grande como Dios o el sistema. El inicio del duro y gracioso pecado humano. Comunidad es el contrario de pandilla, que es la trascendental escisión.
Y bien, creo que este es mi primer escrito político desarrollado :)
Pero es que estamos secularmente metidos en formol, formalismo que parece crónico. Hay que asilvestrar "las más altas esferas", literaturizar y estetizar ese bloque lingüístico vacío, meter tacos, anécdotas, corridas y conductas ejemplares, todo lo que es humano. El verdadero parlamento es filmar y testificar la visita del estadista al burdel, la cultura del ejemplo es creer firmemente que se nos ha de limitar y contener lo "impuro", papanatas.

2 comentarios:

carmen dijo...

Pues sí que está este Jordi sembraoooooo. La vida por todas partes! La vida y su fuerza. El arte en las venas , en la adrenalina. El arte encarnado. La locura. Biennnnn. Pues a vivir sin olvidar la escalera al cielo!!!! Y sin miedos. Con todos esos puntos de referencia, que has citado... Y con el gran Eduardo...
Y feliz, feliz..Eso está bien!

Mònica dijo...

Que grande verte feliz!!!
y que bien que la experiencia de viaje con Eduardo sea tan positiva.
Recuerdos de todas las partes de tu vida, que hoy hablé con ellos de Korle (con K, Jordi con K) y de David.
Y nada, que el pan ya va a dos euros por aquí y por lo visto por allí también.
A ver si dura el jet lag que nos asegura post buenísimos...
besos