lunes, 26 de octubre de 2009

Cantabria me pone

Cantabria me pone, para que esconderlo. Ha comenzado un idilio con Santander en esta segunda visita que supondrá estancias futuras y loas líricas a la ciudad.
El cantábrico es lo más vergel que tenemos, el yang del mediterráneo, la superioridad estética de la península. Las estampas que tutelan San Sebastián, Santander, Gijón, son un escenario que uno no puede nunca cansarse de admirarlo. El Orgull y el Igeldo con la isla de Santa Clara en medio, Cimadevilla y la costa de Gijón, y aquí el arenal de Somo en mitad de una bahía hermosa... sencillamente enamoran, ponen. Como Río de Janeiro parecen desafiar al pragmatismo de la historia como anteponiendo lo estético de prioridad al emplazarse. Y aparte, este frescor veraniego, sin sofoco, este tamaño a escala humana y no maquinista como Bcn o Mad, este exilio de las prisas y una cercanía al buen vivir, la hace un rincón en el mundo más que apetecible, Santander seduce y convence.
(escrito el 30 de septiembre)

2 comentarios:

carmen dijo...

Menos mal que has metido a Donosti!
Toda la costa cantábrica es para disfrutarla, y no v0y a ser yo quien haga comparaciones, pero la lírica es más de esta costa que de otras... Quizás por los precipicios, por esas rocas majestuosas batidas por aguas más verdosas que azules; por la fuerza contenida y manifiesta, y por esos pescadores que llegan curtidos de lucha a los puertos. Y por tantas cosas...

DAviD dijo...

bueno claro las baña el cantabrico o el atlantico .Eso si no soy viajero ni literato ,pero en mi humilde opinion donde se ve la fuerza del oceano es na costa da morte a ver si vas por alli ,malpica y con lo literato que eres hazme disfrutar con algunas de tus descripciones , que alli tienes materia para escribir largo y tendido