sábado, 24 de octubre de 2009

Las neveras sociales

No todo lo que se habla y se opina es lo que hay, cada sociedad en su tiempo tiene altillos, cajoneras y neveras donde van a parar temas que no debieran ser tocados. Es un acto colectivo indefinido, sin agentes protagonistas claros, una mente grupal que prefiere obviar y olvidar según que cuestiones. Así, hay un imaginario disponible para un grupo y también un opinario disponible.

El tema de Franco pasó silente unas dos décadas en una meganevera, y apenas se publicaba un libro sobre el tema, o ni siquiera se hablaba del post-franquismo en televisión. Hoy en día tampoco se va a tocar el tema de la poligamia porque es quizás una camiseta social que nos va grande, y está colgada en algún armario de la mente colectiva, hasta que los tiempos nos acerquen la llave de esos futuribles. Como antaño la evolución estilo Darwin pese a ser sugerible, estuvo durante siglos cerrada a cal y canto en alguna buhardilla, como la idea de divorciarse, el uso de profilácticos, o la lucha de clases.

Al igual que el olor del propio pedo no resulta tan desagradable, o la propia mediocridad la vemos como algo especial, nos creemos lo más moderno, innovador y a la vanguardia que ha parido madre, y nos llenamos la boca de las palabras valores y principios, sin caer en la cuenta que somos unos monos en mitad de la cola de esto que es la existencia. Que antes de nosotros decenas de generaciones ya han quedado retratadas con sus sentencias y aberraciones, hechas trizas en el polvorín verificador de la historia, y seguimos oyendo tanto tam tam sentenciador en nuestros tiempos, tanto olvido de la relatividad de lo que creemos frente a los siglos rapapolveros que vendrán y nos ridiculizarán en nuestra rudimentaria y antigua civilización... y está claro que a algo nos hemos de agarrar para transitar, en algo hemos de creer y apostar, pero incluyan algo de suavidad y relativismo, no les de miedo innovar que de ésto se trata el juego al fin y al cabo; y no se olviden de que después de nosotros, usarán el planeta decenas y decenas de generaciones más, dejando atrás estos años dos miles insignificantes y a la vez trascendentales en su modesta medida.

2 comentarios:

Mònica dijo...

Llevo sacando punta al post durante el camino hacía la selva bibliotecaria en la que, como mona evolutiva, habito los mediodías libres...
Es curioso los contenidos que decidimos congelar en las neveras sociales, yo diferenciaría entre hechos históricos y las costumbres sociales (al menos de la nuestra).
Me explico, hay hechos históricos como el tema del franquismo que congelamos quizás como resultado de una época traumática, y quizas la sociedad se comporta como un "cerebro-social-conjunto" que decide borrar los malos recuerdos, e instalarlos en el fondo de esa nevera para desenterrarlos lo menos posible.
Otra cosa son las costumbres sociales como la poligamia o otras miles de costumbres como el uso de las drogas, etc..., habitual en otras culturas y que en la nuestra estaría visto como una patología digna de estudio.
Propongo un reto (parezco Meri, que se que te lee), vamos a imaginar la sociedad del 2500, como se moveran? cuales de nuestras costumbres habrán metido en la nevera?...
vamos a imaginar...
un beso.

carmen dijo...

Por mucho que te empeñes, Jordi, yo no me considero una mona a la cola de la existencia. (aunque sí, soy bastante mona...)
Y si todo es relativo, ¿ para qué perdemos tiempo en elucubrar?
Creo que las que evolucionarán serán las neveras. Y al resto lo sacaremos y meteremos, porque en el fondo , hay un sustrato permanente que no cambia...