jueves, 17 de mayo de 2012

Crisis pasajera sin billete


El mayor contraste a esta crisis es el paisaje. Ver ciudades remozadas, equipamientos nuevísimos y modernidad instalada, no dispara el sonido de la alarma personal - latente y crónica en prensa. Todas esas infraestructuras de hace cinco minutos cuando la vagoneta del progreso llegaba al punto más alto, dotan de poca verosimilitud al empobrecimiento comunitario.

Y es que riqueza en este mundo hay, suspiran nuestras alarmas. No hay revolución, revuelo social, porque quedaban muchas migas de los tiempos de abundancia. Migas más bien migajas aparentes, pero poco insuperables como decorado. Cuesta creer que esta modernidad instalada es un mero decorado en una función cruda de penuria económica torpedeada entre despropósitos. Sí, 'Despropósito' va a ser trending topic en los libros de historia económica por venir. Des-proponer, un palabrón genialoide que resume en una palabra toda una saga inepta: estudio, analizo, redacto, propongo, implemento y, ta-chán acabo mucho peor que al inicio.

Pero riqueza hay, y responde a la palabra asimetría. Esto es una crisis comunitaria, en la que cada cual ve menguada su porción asignada de la tarta comunitaria. Si el Estado recorta Sanidad y Educación, para unos les quita lo poco que tienen, para otros les afecta cero con mutua y escuela privada, por ejemplo. Si la recesión elimina la única fuente de ingresos para una persona, a otra puede quitarle más cantidad, pero que es un tercio de una millonada.
Estas obviedades, diferencias más que palpables, sociedad asimétrica meridiana, son respetadas e indignan poco en tiempos de bonanza.

Insisto en que la clase política, no lanza ningún mensaje de aliento. Cero. Ya hay una falla entre político y ciudadano. Si esto fuera el Tour, y todos nosotros un ciclista-masa que agoniza y da el resto en las rampas pared de este puerto-crisis que dura años, nuestro director de equipo es el cabronazo que no para de recordarnos la poca fuerza que nos queda, la imposibilidad que está por venir y a nuestra mirada perdida preguntando hasta cuando, resopla y mira para abajo.
Merecen perder su trabajo! Los partidos clásicos españoles han de bajar directamente a tercera! Espero que el viento del tiempo los ponga en su sitio, como en Grecia, que sus despropósitos fatales provoquen el caos y se atomice el voto, que salgan nuevos partidos, una nueva clase política, que se regenere ya esta profesión podrida por la incapacidad.

Preferiríamos la ironía de un gobernante que dijera: - pero si hay gente que está forrada y tapizada en dinero, qué hundimiento del país. Si nunca habíamos sido tan ricos, vamos a hacer una salida de esa riqueza de forma ordenada y pacífica, y nos ponemos un peldaño por abajo, y aprendemos la lección.
Esta es la historia de una caída. Inevitable, sorpresiva y un poco absurda. Pero como se ha querido tapar el agujero, como no se afronta, la caída va ganando en violencia. Si el que se cae no es ágil, y tiene un cerebro torpe, la caída puede acabar en una gran hostia. Nos teníamos que haber hostiado a la primera y en el suelo entender el resbalón para poco a poco levantarse, con otra actitud. Pero llevamos en el aire varios tirabuzones y pronto tocará el mortal. Y el aeropuerto de Castellón sigue sin abrir.

No hay comentarios: