viernes, 14 de diciembre de 2012

Fue - Ace


Caminamos por el cementerio de un volcán, y comprendemos que el fuego comprende todos los colores que van del verde al rojo. Después todo lo que besa lo convierte en un imperio negro y gris. El Timanfaya es el reino tolkiano de Mordor, donde los hobbits no desentonarían, agrestes y con pies peludos. Timanfaya, timanfaier, timanfire.

Lanzarote ofrece un catálogo de montañas: colinas de patchwork, montes pastel, de arena de vidrio, callosas, gaélicas, azabache...
Hemos dejado atrás el monotema pelado de Fuerteventura.
La tierra parece por todos lados cuarterada, pero es llovida, las piedras cayeron para la foto, y allí se quedaron, con algun líquen y ceniza ya sólida, en el imperio negro gris.

Los pueblos canarios, trajeados para el turismo, ofrecen todos esa imagen de jardín volcánico y casas blancas, imagen fresca, adecentada, de parque, gustosa. Escena de los mejores delirios de un teutón bregando en la Sajonia.

El viajar resulta aliterario cuando no paras en todo el día y no detienes tu condición de desplazado, descolocado. Te vas dejando el papel por los sitios. Viajo acompañado, si viajas solitario, sacas seguro el confesionario porque necesitas crear virtualmente la compañía sí o sí, y el papel se convierte en una oreja difusora indefinida.

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