domingo, 16 de diciembre de 2012

Politicuchos embriagados


Ay qué sopor, ay qué dolor, qué tristuna humana da ver a un político acabado yendo de macrosolución y sacando pecho. Me pasa al ver a Peres Navarros, Cármenes Chacones, a las rapaces de la izquierda que parasitan el cadáver socialista. Porque los políticos se mueven siempre en las bocanadas de la proclama, para lo leve y lo grave, el político es un pobre animal que siempre saca pecho, como estereotipia, neuroticismo de raza. La neurona hipertrofiada chillando el Y tu más. Una pollarda infantil que nos cae como una de las siete plagas modernas.

A sus órdenes dedócratas el partido, se convierte en un taller costurero de terjiversación, de hacer pasar por verdad el forro girado de la realidad, porque liderar emborracha y hace extender la fatalidad.
En toda la pamema de la casta política actual, la falla abisal de insatisfacción entre ellos y el pueblo, el espectáculo circense del Congreso, el absurdo del Club-priveé del Senado... la espiral se reduce a que la igualitaria democracia sitúa en el poder también calidades medias, al panadero o al tendero disfrazados con traje y chutados de ambición. Después todo es marketing violento hasta el desguace de las urnas. Y se finiquita en un puesto en diputaciones o senados, que son los cementerios de los políticos inútiles, porque rascar el poder ya supone una renta vitalicia de monigote de partido.

Qué pereza humana despierta la fantasía caciquista de candidatos infalibles al fracaso, qué ruido hacen, y qué insulto a la inteligencia biológica más dramático.

2 comentarios:

carmen dijo...

Pues eso: que los politicuchos" hacen pasar por verdad el forro girado de la realidad."

Así que es la mentira la que pasa por verdad cuando estamos en sus manos.
Pues mira qué futuro


Jordi Santamaria dijo...

No hay nada peor que un perdedor convertido en líder de partido político, cuánta realidad ha de lavar e inventar