lunes, 4 de marzo de 2013

La mañana poética de todo el mundo


Los días de cielo encapotado, son días que parecen haber sellado sus párpados y se desentienden de toda generosidad o inspiración. La capota de la lucidez está cerrada y no mana más que espesura.

Yo sigo en esta época convalesciente, tullido de profesión, recién inagurada. Me debato, pacíficamente. Me dejo debatir por los días, hoy con aroma espeso.
Me he trajinado antes de comer una matinal de la generación del 27 a ojos de Umbral, alternando sus artículos con biografías de los poetas. Cuánto poeta, ocho poetas célebres y cero prosistas. Como el último estertor de poesía oficial en la Historia hispana, antes de extinguirse. Ocho poetas como ocho mariscales eunucos, telón folclórico y vano de una cruenta guerra civil. Sismo de poesía en la historia oficial tal vez pretencioso y precozmente fósil.

Creo que la poesía ha comido de aspiraciones rancias como la religión, ha compartido cierta sintonía de espíritu, y eso se nota en la estética que ha desprendido la tradición poética. Se nota una misma esquelatura de declamación simbolista de la magnitud, la luz, el esplendor, lo frugal de la naturaleza, infestando a priori la expresión poética común, con todo el 27 bien mullido. Así como casi no se hace teatro en que no se actúe histriónico de voz, la poesía universal está inundada de cliché declamatorio. La poesía afectada, la poesía afectada de sí, no tiene ningún sentido, oh mundo, no utiliza el lenguaje neutro y limpio no caricaturizado, y desafortunadamente acaba en los cerros de úbeda, en meras estampas paisajísticas, como unas postales nerviosas.


Ser poeta, ser nonagenario

Poesía no es más que el arte de la brevedad, de la dosis ideal. La peluquería del lenguaje cuando va de gala. El tratado químico de un idioma. Pero el 99 % de los declarados poetas son alquimistas, brujos de la lírica, matasanos de la singularidad.
Un poema sólo es bueno cuando acaba memorizado por una comunidad, lo demás es amateur, y la poesía y lo amateur van de la mano compulsivamente.


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