martes, 27 de agosto de 2013

Países Altos


Escocia es ir con un lagote a la vera, vayas por donde vayas, lochs y patatas por doquier. El lago más famoso es la patraña del Lago Ness, entorno mediocre comparado con otros parajes menos fantásticos. Como el Glen Affric, subiendo pa Inverness giras a la izquierda hasta Cannich. Un bosque botánico y encantado. Todo el sotobosco está alfombrado de esponjosos arbustos amarillos, violetas y verdes, entre musgos y helechos. Alfombran todo el Glen en conmemoración de la visita de su majestad tú mismo. La naturaleza crea espontáneamente estos bosques multicolores de exposición, con riachuelo, lagos y cascadas como convidados a la fiesta.

Venir en agosto nos ha dado bono para ver el color violeta a lo largo y ancho de Escocia. El resto del año no existe en la paleta del país, sólo en este mes florece el brezo y marca el país con rosas y púrpuras. Ya a las alturas del Affric y Fort Augustus, todo adquiere un matiz más escandinavo y glaciar.

Una multitud de pueblos comienzan por Inver-, Invergarry, Inverlory, Invernoch. Irónicamente esta morada del frío nombra a sus pueblos con la raíz de nuestro Invierno. Visitando este país lo acabas viendo como una compuerta de los océanos. Si fuera por la contribución de nuestra península a la masa oceánica, nos daría para mojarnos los pies a nivel planetario, somos un territorio de evaporación. Hay tanta agua en los mares, por regiones como Escocia que son cadenas hidráulicas descomunales: precipitaciones masivas, torrenteras constantes, reservorios de agua en cada esquina, que van a parar a la mar. Escocia o las compuertas del océano.

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