jueves, 16 de enero de 2014

La extinción de los lazarillos


A los niños se les dispensa su estupidez común al cantarla con una voz tierna de dibujo animado que es toda ella construcción. No les ha dado tiempo a volcar el mundo y la historia, ni mucho menos a pasar de cinturón verde o rosa en la lucha libre con la vida cruda. Pero pueden ser tan putas como el hombre más anciano del pueblo. Las antenas de la astucia vienen de serie, siempre están preparadas, y son una maquinaria desplegada y afilada rayana en la superdotación. Es una inteligencia atávica, una astucia secular brillante quasi monstruosa. Es la misma que el cangrejo, especie postrada, pero que lleva en esto muchos más eones que nosotros. Estos seres abatidos, levantan sus ojos circunspectos y vegetales, y lo siguiente es un sprint centella hasta su mundo de rocas. De forma paralela, el niño pasta en su estupidez cachorra de juego y fantasía, pero con las antenas de sus intereses alerta, y cuando lo deseado se pone en peligro, afila y agudiza su ingenio para poner en un brete al amenazador de su paquete de cromos, pastelito o capricho del día. Lo lleva rápidamente a las rocas, a su mundo urgente de pleitos emocionales y desvalidos. El deseo tiene un cable de color blanco directo a las altas sedes de la inteligencia.
Eso explica por qué generaciones enteras de niños criados a base de cazas, guerras, esclavitud o tollinas porque sí, han tirado para alante sin que esnifar pegamento haya sido una problemática de los siglos. Nos olvidamos de la animalidad del niño, también de su heroicidad. La escala de valores de las infancias tiende a proclamar como pequeños emperadores las generaciones actuales de cachorros. Que al nene le molesta la caca, que se puede ahogar con los crispis de la leche, que me pide ser vegano... o sea, tapar esas antenas astutas de cangrejo hasta que se atrofien, despojarle del dispositivo más preciado de la evolución, hacerlo tan estúpidamente humano como un cangrejo que dialoga y pacta su muerte con sus capturadores.

No hay comentarios: