viernes, 8 de agosto de 2014

Los jardines versallescos de los polígonos


Matinal en un barrio desarrollista. Áticos con vistas a polígonos orientalizados, calle Augusto César Sandino. Edificios de doce plantas pintados de marrón, o piel pintada de discreción. En las ciudades se viene a adecentar la pobreza. Barrio emergente que quiere decir barrio no naufragable. Bien le hubieran ido a estos edificios un color de piel esperanza. Blancos, azules, llamaradas de cielo y pureza en las retinas de sus inquilinos. Barrios chillones y llamativos, cariocas, que responden más a su realidad optimista y emergente. Sus propios nombres como trozos de salmos, con el júbilo del que emerge y prospera pues no hay fuerza más potente que la del hambre.

[...] Aquí se jalea mucho a Messi y Cristiano, se pueden encontrar capillas. Aceptamos que Benji y Oliver cobren míseros 3.500 €, nos escandalizamos que un político cobre el doble. Ah, que benji y oliver, los dos dioses hispanos, lo cobran a la hora, las veinticuatro horas. Esto es un portugués y un argentino, que dan patadas a un balón, y diez millones de monos españoles les honran con 3.500 € a la hora. ¿Os imagináis que un político cobrase siempre un euro más que el sueldo máximo de un país? La fórmula CEO top + 1 €. Los Ceos top del Ibex cobran mínimo diez milloncejos de euros por administrar empresas que son como mucho una décima parte del volumen económico de la cosa España. Los presidentes de gobierno que administran un billón de euros, cobran cien veces menos. Y roban. A manos llenas roban. Comparativamente, el día a día de las decisiones de un político frente a un banquero difiere en las cantidades astrónomicas que aprueban/adjudican versus el salario de mierda de los primeros.
- Hoy he tenido que aprobar un presupuesto de cien mil millones de euros.
- Yo unas líneas de crédito de mil doscientos millones de euros.
- Este café está frío.
- Por haberte ido al lavabo.
- Yo pago una hipoteca de medio millón de euros.
- Lo veo y doblo, jaja. Pago el café y el adosado en cash.
- Venga.
Dedicarse a la política como una cosa noble, el corazón zaherido de la Hipocresía nacional. "Entre mítines y pósters adolescentes", aula de bachillerato, año 2120. 
La política ya es una melopea, con mucha gente mediocre, muchos aspirantes rebotados de la empresa privada y la vida triunfalista. Los militantes son los ultras misioneros que aseguran la continuación de esta gran mentira.
Pero los jardines, incluso en un barrio desarrollista, son mansamente versallescos.

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